El futuro llegó hace rato, una que otra pinchadura, nada que un par de besos no pudieran remendar. Aprendiendo poco a poco, dando al tiempo su lugar, disfrazándose de locos a ojos de todos los demás. Sin darse nunca la espalda, leyendo del corazón,
que empatar puede significar que ganen dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario