20 dic 2011

Tratando de oprimir, su roto porvenir.

A partir del día en el que Malena se quedo sola, empezó a ver nublados todos los días de sol. Para ella, no había más que sombras. Intento muchas veces olvidar, pero su cerebro se empecinaba en enviar aquellos momentos representados en  imágenes que pasaban como propagandas por su cabeza a cada momento del día, y ella rompía en llanto embelesada por aquel dulce pasado, del cual solo había obtenido falsas ilusiones y sueños rotos. Para Malena no existía la primavera, las flores le lloraban en la vista, rogando un poco de aquel falso amor, que la había echo sentir tan viva.
El, estaba tan duro como siempre. Pero ahora, tenía compañía. Malena lo sabia, lo imaginaba, no por que si el la había dejado.. Ella,contenta al respecto. Su felicidad dependía de la sonrisa de aquel hombre que tanto la había lastimado. Sin embargo, anhelaba tenerlo en sus brazos, sentirse una niña de nuevo.
Malena, ya no sabía más que llorar y esperar el milagro. 

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