19 ene 2014

Día 3.

Entre risas y calor, mi destino me llevo un poco lejos. En un momento estaba sentada, leyendo a Rolon, rumbo a Palermo. Todo el sufrimiento de la mañana parecía haberse esfumado. Sin embargo, se asomaba otro dolor y era, esa soledad densa que cayó sobre mí todo el día. Ir, venir. Subir, bajar. Todo sola. De pronto me encontré frente al mundo, estando sola. Y aunque no me costó enfrentarlo, simplemente, no quería hacerlo sola.
Al fín, tarde pero seguro, diste señales. Hablamos un rato largo por teléfono y luego, nos escribimos. Fue, hermoso. Realmente hermoso poder expresar tantas cosas que tenía guardadas. Tenía que hacerlo, sino el domingo me iba a terminar matando.
Te amé, todo el día-

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