5 nov 2010

Miras para arriba.. El techo, blanco, manchas de humedad, al principio ese color te inspira asco, esquisofrenia. Pero facilmente te acostumbras, como a la mierda de la gente, como al incomodo colchón, como al sistema de la escuela. Es que al final uno acaba hasta conviviendo con sus penas, uno acaba solo con ganas de cortarse las venas. Miras a la ventana... La reja, el paisaje que te apresa, no te deja respirar, te empuja contra la pared, y el techo se comprime, te ahogas en el aire, las paredes parecen empujarte a que hables, a que digas la verdad, tu cabeza comienza a amenasarte, te haces chiquitito, te sentas en un rincón de tu cuarto. Pones la cabeza en la rodilla, y se larga a llover, pero no afuera, se larga a llover en vos. Tu conciencia te atrapo y se adueño de vos,ella te domina ahora, y siempre. Cuando te deja actuar mal, es cuando más te come la cabeza. Y te pones a pensar, y le das vueltas y mas vueltas. Y ahi es cuando vives el error en carne propia, como si lo estuvieras volviendo a cometer y ahí es cuando mas duele, saber que lo que hiciste mal, ya no lo podes cambiar, y se te retuerse el estomago, fallaste de nuevo, como lo haces siempre, es que piensas que no puedes ser perfecto, es que sabes que tampoco lo eres, pero no quieres cambiar, y entonces es cuando preguntas, ¿ TAN MIERDA SOY? Lamento que a veces acertemos la pregunta, lo que mas lamento es saber que actuamos mal, y no poder o no querer cambiarlo. Lo que mas lamento es arrepentirme de los errores después de hacerlos en vez de no cometerlos.

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