Me siento presa de mí,
de lo que soy, de lo que vivo. Se que es raro y aunque suene algo tonto, siento
que las cuatro paredes de mi cuarto se hacen chiquitas y me presiona la vida
misma, obligándome a un destino elegir.
Mi cabeza, sigue girando con el mismo motor de
siempre… A dos mil por hora, y mi cuerpo cansado a penas puede seguirla.¿Qué hacer con este sentimiento repentino de elegir un destino?¿Qué hago con estas
ganas de correr en busca de un lugar donde pasar la noche, de unos brazos cálidos,
de unos mates mañaneros?¿Qué hago conmigo, con mi vida?
1 comentario:
aunque te moleste qe siga aca, yo sigo esperando..
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